Este es un mito que se escucha muy seguido. De hecho, el diálogo
– A qué te dedicas?
– soy Doula
– ¿Doula? y ¿eso qué es?
– acompañamiento durante el embarazo, parto y posparto
– Ah! Matrona!!
Es muy común.. No hay nada más alejado que pensar que una Doula es una persona «que no le alcanzó el esfuerzo para ser matrona y se conformó con ser doula». Valoro muchísimo el trabajo de una matrona y he tenido la suerte de trabajar con matronas muy generosas y amables, que desarrollan su trabajo llenas de amor y respeto.
Pero la matrona es personal sanitario que se ocupa de todo lo relacionado con los ciclos sexuales de las mujeres sanas (y derivará si detecta alguna anomalía al médico). La matrona debería ser la persona que cuida que el parto se desarrolle con total normalidad y reconocer cuando esto no es así. Ella ofrece tratamientos, alternativas cuando son posibles; ella sabe cómo atender un parto, la doula no… y deberíamos de desconfiar de una doula que tome decisiones o guíe el parto; no tenemos formación para hacerlo y pondríamos en peligro a la madre y/o al bebé.
La doula en cambio, conoce las necesidades emocionales de la madre y está ocupada de que la madre se sienta bien (dentro de lo posible) en todo momento. Es una compañía continua que no se irá con el cambio de turno (este es un buen punto: la matrona trabaja para el hospital, cumple con su horario y luego se marcha entrando otra matrona), la doula se quedará hasta que el bebé nazca ya que está comprometida con lo la familia, independiente del lugar de nacimiento.. yo por lo menos, me voy cuando el bebé ha mamado y siento que es el momento de dejarlos descansar.
Nuestras formaciones son diferentes, en duración y contenidos. Uno de los requisitos para ser doula es tener una experiencia personal en partos, para ser matrona, no (de hecho hay hombres dedicados a esta profesión).
En fin, que son ocupaciones diferentes. Ninguna es mejor o más que la otra.. simplemente diferentes.
Ximena, Doula en Suiza